Las malas prácticas académicas son un problema que no sólo afecta al mundo académico. En numerosas ocasiones, las organizaciones gubernamentales y los funcionarios públicos han tenido que lidiar con problemas causados por el uso de material proveniente de fuentes pre- existentes. Por esto, los ejecutivos de gobierno deben tener en cuenta que se deben tener múltiples consideraciones a la hora de analizar un contenido para ser publicado.
En este artículo resolverás las siguientes dudas:
- Cómo puede ocurrir una falta a la integridad no intencional
- Cuáles son las potenciales consecuencias de estos casos
- Cómo la tecnología puede ayudar a prevenir acusaciones de plagio y proteger tu reputación
Por lo general, el acto de copiar un texto palabra por palabra sin citar apropiadamente la fuente es considerado una falta de honestidad. Sin embargo, estos casos no siempre son el resultado de una mala conducta intencional o de un uso deliberado del trabajo de otra persona.
El plagio accidental ocurre cuando una persona no cita adecuadamente las fuentes que utilizó en una publicación. Aunque se trate de un accidente, las consecuencias pueden ser igual de serias que las ocasionadas por el plagio intencional.
El autoplagio es otro tipo común de mala conducta académica del que los funcionarios públicos y las organizaciones deben estar alerta. El autoplagio se deriva de reciclar un trabajo pasado de autoría propia. Peter Blau, investigador de gobierno que coedita una revista científica, afirmó que es uno de los tipos de contenido no original con los que se encuentra más comúnmente. Blau señaló que la prevalencia del autoplagio se debe a que la industria editorial se está volviendo cada vez más competitiva; los investigadores están bajo una gran presión por publicar trabajos, por lo que muchas de sus tesis son muy similares.
Evitar el autoplagio implica citar los trabajos propios anteriores tan seriamente como se haría con el trabajo de otra persona, incluso si se publica sólo se está discutiendo una idea pasada en un nuevo trabajo.
Por esto, conocer tanto las reglas para citar apropiadamente como los diferentes tipos de contenido no original es crucial para evitar pérdidas financieras e impactos a la reputación personal e institucional.
Consecuencias de la mala conducta académicaLas consecuencias para las personas que trabajan en el gobierno son claras: el plagio arruina campañas, empaña reputaciones y provoca renuncias. Incluso para las agencias, dependencias o áreas de investigación asociadas a gobiernos federales, estatales o locales, involucrarse en casos de plagio puede ser igualmente perjudicial. Las repercusiones para los grupos gubernamentales son múltiples, e incluso después de un escándalo puede ocurrir que se pierda la confianza pública y se genere una ruptura en las relaciones con otras organizaciones. Además de eso, el dinero gastado en trabajos con faltas académicas se traduce en un gasto público desperdiciado, a expensas del contribuyente.
Las consecuencias de las malas conductas académicas son cada vez más difíciles de evitar. En un mundo donde todos tienen acceso, a través de internet, a una colección de trabajos publicados más grande que cualquier biblioteca de la historia, cualquiera puede convertirse en detective e identificar trabajos que no son originales. Una vez que las palabras y las ideas salen al mundo, puedes estar seguro de que si al menos una parte de ellas no es original, cualquiera puede averiguarlo.
Las organizaciones gubernamentales están preocupadas por su reputación y por mantener la confianza de la gente. Por ello, necesitan asegurar la originalidad de los trabajos que publican.
¿Cómo proteger a tu institución de los problemas de integridad?Una planificación sólida y una estructuración cuidadosa son esenciales para entregar documentos originales. La investigación apropiada de fuentes es un primer paso necesario para la creación de contenido original. Revisar y citar tus fuentes diligentemente garantizará que no estés cometiendo alguna falta.
Los funcionarios gubernamentales y corporativos deben conocer los métodos y las herramientas que ayudan a evitar incluir contenido no original en sus trabajos. Así se trate de un discurso de campaña de un político o de la declaración del CEO de una empresa altamente reconocida, la información debe ser revisada para comprobar su originalidad. Los responsables de revisar los textos deben asegurarse de verificar la similitud. El contenido que saldrá a la luz pública debe ser examinado detalladamente antes de liberarse con el fin de asegurar que las fuentes están citadas apropiadamente.
En un esfuerzo por evitar esta mala conducta, las entidades de gobierno, las organizaciones no gubernamentales y las empresas están recurriendo a programas de detección de similitud para examinar sus contenidos antes de publicarlos. Las organizaciones pueden evitar el plagio y garantizar la originalidad con ayuda de iThenticate. Este poderoso verificador de similitud ofrece una base de datos masiva de contenido adecuado para la investigación gubernamental y empresarial.
iThenticate se adapta perfectamente al sector gubernamental y corporativo. Con iThenticate, puedes:
- Comparar trabajos con una gran cantidad de publicaciones académicas y páginas web para detectar similitud.
- Obtener información de la fuente exacta del texto coincidente.
- Mantener tu reputación a salvo y prevenir la publicación y difusión de contenido no original.
iThenticate te brinda tranquilidad en cuanto a seguridad de datos y privacidad. Las herramientas fueron diseñadas para mantener tus documentos en privado: los trabajos son añadidos a una base de datos segura a la que solo puede acceder el propietario de la cuenta. Al eliminar tanto el potencial error humano como la necesidad de revisión de un tercero, iThenticate mantiene seguros los documentos escaneados.
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