“Todos utilizan Turnitin en la institución: lo usan los administrativos, los docentes y los estudiantes”, cuenta Rodrigo Bañez, Vicerrector Académico de la Universidad del Istmo al explicar el impacto que ha tenido la herramienta Turnitin Originality Check dentro de la comunidad académica.
Fue el año 2018 cuando decidieron incorporar la tecnología de verificación de similitud en los distintos departamentos y cursos de la universidad con el fin de seguir propagando el valor de integridad académica, manifestado en la creación de trabajo original y desarrollo de pensamiento crítico entre los estudiantes. “Hemos encontrado en Turnitin un aliado que nos ha permitido seguir forjando el pensamiento crítico en estudiantes y seguir acompañándolos en adoptar herramientas que son parte de las habilidades tecnológicas que hoy por hoy se requieren en todas las profesiones y en los trabajos que aún no conocemos”, agregó el Vicerrector.
Para Bañez, la utilización de la herramienta ha generado un “efecto espejo”, que les permite “poder mirarse en la construcción de conocimiento para que los estudiantes integren a su veta personal, el desarrollo de un pensamiento autorreflexión que los motive a devolver algo diferente a la sociedad, como construir conocimiento y co-crear a partir de información transformada, no meramente absorbida”.
Cerca de 8 mil estudiantes —quienes forman parte de la comunidad de la Universidad del Istmo— han sido parte de una transformación digital que les ha permitido reforzar la cultura de integridad académica que han venido construyendo desde su fundación. Según la experiencia relatada por el Vicerrector, han logrado disminuir los porcentajes de similitud de manera importante en aquellas entregas que antes marcaban un 75% o un 100% de coincidencias. Además, han aumentado el rango de entregas de trabajos con 0% de similitud. ¿Cómo lo han logrado?
Si bien la Universidad del Istmo tiene una larga historia en materia de promoción y divulgación de la integridad académica, la pandemia mostró la necesidad de recordar más que nunca las buenas prácticas del proceso de enseñanza-aprendizaje. Fue así que, desde el Vicerrectorado Académico, basaron el éxito de la implementación y uso de la herramienta en una robusta estrategia comunicacional basada en la identificación de los tres usuarios recurrentes de Turnitin: estudiantes, docentes y administradores.
Para generar identificación con los estudiantes, crearon un personaje animado llamado “Juan Juegavivo”. “Juan no sabe parafrasear, se consigue los trabajos con terceras personas, copia en los exámenes, es decir, es todo lo que los estudiantes no deben ser, por lo que este personaje juega un rol fundamental en nuestras campañas comunicacionales, porque nadie quiere ser reconocido como Juan Juegavivo”, agrega Bañez.
En cuanto a los profesores, la estrategia estuvo centrada en dar a conocer esta herramienta que les permite crecer profesionalmente y acompañar desde otro lugar a los estudiantes. En el caso de los administrativos, la comunicación estuvo dirigida a asegurar procesos que se planearon para adoptar esta tecnología e impulsar el éxito de la cultura de integridad que se ha estado instaurando.
En solo dos años, el uso de Turnitin ha impulsado las buenas prácticas en distintos departamentos de la Universidad del Istmo, por lo que la herramienta sigue siendo parte de su plan estratégico a futuro. “Turnitin va a dejar de tener su foco central en la originalidad académica, va a ser algo orgánico, va a ser algo básico en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje y creo que vamos a tener el desafío de que la comunidad académica y estudiantil empiece a incorporar hábitos que les permita desarrollar habilidades tecnológicas y digitales. Turnitin va a ser un gran aliado en esa línea.
Universidad del Istmo
Ciudad de Panamá, Panamá