Carolina Tapia es investigadora y docente de la Universidad de Monterrey, institución mexicana que se caracteriza por su alto nivel y por el fuerte impulso que le dan a la promoción de la integridad académica. De hecho, cuentan con un Centro de Integridad Académica. “Es una de las cosas que más me motiva de la Universidad” , cuenta la docente que dedica sus clases y sus trabajos a la ética y a integridad en la educación.
Hace al menos 5 años, Tapia se puso como objetivo desarrollar estrategias que marquen un precedente no solo entre los estudiantes de sus cursos, sino también para sus pares, quienes están constantemente buscando herramientas que les apoyen en el proceso de enseñanza-aprendizaje con integridad. “Cuando encuentro el programa de Turnitin (Feedback Studio), descubro una solución que nos puede dar una respuesta tanto a estudiantes como a profesores, a través de una retroalimentación inmediata”, agrega Carolina.
En sus años en la docencia, Carolina ha sido testigo de cómo el dominio del proceso de la escritura puede ser determinante incluso para terminar de cursar un plan de estudios. “Estos últimos años me ha tocado acompañar a muchos estudiantes que estudian posgrados, maestrías y doctorados que están haciendo una tesis y lo que he encontrado, es que los estudiantes se quedan en el camino porque una de las habilidades que no desarrollan a lo largo de su formación, ya sea licenciatura o posgrado, es la habilidad de escribir académicamente. Eso es detonante para ellos y es algo que no les permite concluir una tesis doctoral y finalmente no obtener un grado”, relata.
La académica de la Universidad de Monterrey es una observadora. Ha puesto el foco de su trabajo en la dinámica que se genera en la sala de clase y en la relación de los estudiantes con la integridad académica y el pensamiento original, contagiándoles la buena práctica de observar para mejorar su escritura: “En el salón de clases todos somos auto-observadores de nosotros mismos —les digo— y vamos entendiendo cómo debemos actuar en relación a las referencias. Finalmente, creo que este tipo de valores se tienen que vivir más allá del discurso”.
Esta constante observación es la que ha inspirado a Carolina a llevar la experiencia de la enseñanza con integridad —apoyada en las soluciones de Turnitin— al mundo de la investigación. Hace unos meses presentó su trabajo en el 9° Congreso de Integridad Académica, donde manifestó su interés en documentar y sistematizar un proceso que pueda ser utilizado, tanto por sus pares como por estudiantes de distintos grados.
“Los resultados de mi investigación serán publicados en aras de que quien los lea pueda entender cómo establecer el buen uso del programa en una dinámica de acompañamiento, e integrarlo a su curso. Muchos involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje se preguntan: ‘¿cómo lo hago?’, y me gustaría poder darles una respuesta para que puedan ayudar a sus estudiantes a desarrollar la habilidad de la escritura”, cuenta sobre sus nuevos desafíos.
Pero Carolina no solo quiere apoyar a sus pares, sino que también creó una estrategia para que —a través de la tecnología de Turnitin Feedback Studio— los estudiantes de sus cursos que no hayan tenido una formación profunda en habilidades de escritura puedan sentirse seguros al momento de enfrentarse a la elaboración de un trabajo.
“Ellos tienen que elaborar tres ensayos, y en esos tres ensayos hay una rúbrica en donde se establece cómo va a ser la referenciación, que en este caso es en formato APA; cómo va a ser el ensayo, si va a ser argumentativo, cuál es la extensión del documento, entre otras características de formato y, por otra parte, hay un apartado específico que abarca el uso del programa donde deben establecer cuántas veces subieron su documento, qué es lo que modificaron y las similitudes que fueron encontrando para revisar en busca de mejorar su escritura”.
¿Cuáles han sido los resultados? Para la académica, el uso de la herramienta le ha permitido a sus estudiantes conectarse de nuevo con la escritura: “Antes, las actividades de escritura no les motivaban y ahora son los primeros interesados en escribir un ensayo”. Además, los beneficios no han sido sólo para los estudiantes, sino también para los profesores, quienes pueden entregar retroalimentación inmediata y efectiva a su curso, sin recargarse de tareas de revisión: “Finalmente, el uso de Turnitin hace un buen match con la cultura de integridad académica que promueve la Universidad de Monterrey”, concluye.