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¿Cuál es la diferencia entre evaluar y calificar? ¿Por qué es importante?

Christine Lee
Christine Lee
Content Manager

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Evaluar y calificar son palabras que a menudo se usan de forma intercambiable, lo cual es comprensible, dado que están estrechamente relacionadas. Como resultado, muchas personas equiparan la evaluación con la calificación.

Sin embargo, la evaluación y la calificación difieren, en primer lugar en sus objetivos.

El objetivo de la calificación es evaluar el rendimiento de un estudiante individual respecto a un conjunto de criterios para una unidad o curso concretos. Las calificaciones pueden ser una medición precisa del aprendizaje del estudiante o pueden no serlo, en función de lo que se esté evaluando. Por ejemplo, la asistencia, la entrega a tiempo de una tarea, el formato y la participación pueden no revelar mucho sobre cuánto ha aprendido un estudiante, pero pueden ofrecer indicadores o señales para la intervención del instructor.

Aunque resultan útiles como medición estandarizada, por sí solas las calificaciones no proporcionan suficiente retroalimentación personalizada sobre lo que un estudiante sabe o no sabe y sobre lo que necesita hacer para seguir aprendiendo. Según Thomas Guskey, cuando solamente se usan calificaciones, «incluso las calificaciones precisas que implican tareas no producen una mejora del aprendizaje del estudiante. Los estudiantes no reciben orientación para mejorar a partir de una letra, un número, una palabra, una frase o un símbolo unido a la evidencia de su aprendizaje. Solo al combinar las calificaciones con comentarios individualizados que ofrezcan orientación y una guía de mejora se puede fomentar el progreso del aprendizaje y mejorar el rendimiento» (Guskey, 2019).

Por otra parte, el objetivo de la evaluación es más amplio, ya que no se trata solo de calificar, sino que también incluye evaluaciones formativas de menor importancia sin evaluaciones sumativas, lo cual puede fomentar el aprendizaje del estudiante al incluir retroalimentación y guiar a los estudiantes hacia los siguientes pasos de su aprendizaje. La evaluación incluye tareas frecuentes de menor importancia que los educadores proporcionan a los estudiantes en clase o como deberes de casa, además de las pruebas o exámenes sumativos. La retroalimentación cualitativa también forma parte de la evaluación, actuando como punto de control en el aprendizaje del estudiante.

La evaluación no siempre incluye calificaciones, pero la calificación siempre forma parte de la evaluación.

Por tanto, la calificación es un componente de la evaluación.

¿Por qué es importante?

Las evaluaciones no solo incluyen exámenes, sino también tareas de menor importancia y comprobaciones diarias, revelando más datos sobre el aprendizaje del estudiante que las calificaciones. Mientras que las calificaciones pueden indicar el progreso del estudiante en general o servir como indicadores de advertencia, la evaluación puede identificar las lagunas de aprendizaje específicas que pueden requerir la intervención del profesor. Por sí solas, las calificaciones no revelan ese nivel de detalle.

La evaluación es una parte fundamental de la enseñanza y el aprendizaje, ya que proporciona a los educadores datos a nivel individual y de grupo. ¿Los estudiantes están aprendiendo lo que les estamos enseñando? ¿Hay alguna forma de aumentar la eficacia de la enseñanza para fomentar mejores resultados de aprendizaje para el estudiante? En otras palabras, ¿se están cumpliendo los objetivos de la educación?

Las preguntas anteriores se pueden responder mediante la evaluación, que proporciona lo siguiente:

  1. Retroalimentación diagnóstica sobre lo que saben y no saben los estudiantes
  2. Información sobre qué demuestra una comprensión exhaustiva de la materia
  3. Una oportunidad para fomentar el aprendizaje del estudiante
  4. Una autoevaluación del profesor sobre lo que funciona y lo que no, y los siguientes pasos para resolver las lagunas en el aprendizaje de los estudiantes.

Es fácil entender por qué a menudo se usa la evaluación y la calificación de forma intercambiable, dada su estrecha yuxtaposición pedagógica. Tanto la calificación como la evaluación son necesarias: la calificación para comunicar de forma concisa el progreso del estudiante para informar al mundo laboral y a otras instituciones, y la evaluación para obtener información detallada sobre ese progreso, pero también es importante entender y reconocer las diferencias, ya que nos permiten guiar a los estudiantes a lo largo de su viaje formativo.