Blog   ·  

Cómo fortalecer la confianza entre estudiantes y profesores

Audrey Campbell
Audrey Campbell

Suscríbete

 

 

 

 

Al completar este formulario, aceptas la Política de Privacidad de Turnitin. Utilizaremos los datos que nos proporcionas para compartir información relevante. Puedes darte de baja de nuestras listas en cualquier momento.

 

En un mundo donde el trabajo y el aprendizaje se mueven con fluidez entre espacios virtuales y presenciales, resulta increíblemente valioso establecer una sensación de confianza entre estudiantes y docentes

Pero, ¿cómo se construye esta confianza? Y, ¿cuál es el mejor enfoque en un entorno remoto o híbrido? A continuación, presentamos tres maneras de fortalecer la relación entre los alumnos y los docentes, con base en la integridad y la retroalimentación formativa.

Pregunta y escucha, pero de verdad

A partir de una pregunta formulada debe producirse una escucha verdadera. La escucha activa permite estar completamente enfocado, sin distracciones, en oír y comprender las palabras y el mensaje de los otros. Tanto para estudiantes como para profesores, hacer preguntas puede ayudar a fortalecer una relación que va más allá del trabajo de curso. A veces, algo tan sencillo como un, “¿cómo te sientes hoy?” conecta con el aspecto humano de la interacción y crea una relación, dando contexto y significado a la conversación.

Además, las preguntas son esenciales para priorizar la integridad. Desde el comienzo del año escolar, las escuelas deben esforzarse por establecer una cultura de integridad académica y ser claros acerca de las expectativas y políticas. Se recomienda que tras una sospecha de mala conducta, instructores y administradores deben hacer preguntas y tener una conversación con el estudiante antes de sacar cualquier conclusión.

Herramientas como Turnitin Feedback Studio con Originality pueden ayudar a dar contexto e información en este tipo de conversación ya que entregan datos relevantes a los instructores acerca de un trabajo particular, destacando las áreas de preocupación. Shelby Scoffield, profesora de Inglés en una preparatoria de California creó todo un curso en línea utilizando herramientas como Turnitin para ayudar a sus estudiantes a parafrasear y citar correctamente las fuentes. "He aprendido a través de este proceso que la mayoría de los estudiantes tienen serias confusiones sobre la integridad académica", comparte en su artículo en Edutopia. “Dando a los estudiantes el beneficio de la duda, les estoy permitiendo tener éxito y, a la vez, evitando un problema mayor en el futuro”. Utilizar herramientas significativas y estrategias de enseñanza como las de Shelby, además de hacer preguntas y participar en un diálogo honesto, pueden mantener la integridad en el centro del aprendizaje.

Ofrece una retroalimentación significativa, en ambas direcciones

La retroalimentación genera confianza en un espacio vulnerable, lo que a su vez garantiza que los estudiantes estén abiertos a recibir orientación para fortalecer sus habilidades y comprender nuevos conceptos. Un componente clave para reforzar las habilidades de escritura y garantizar una comprensión más profunda de los contenidos son los ciclos de retroalimentación, donde los estudiantes reciben comentarios en todo su camino de aprendizaje. Cuando un estudiante incorpora y aplica la retroalimentación en situaciones formativas, no sólo profundiza su comprensión, sino que también se evidencia con mayor claridad lo que realmente ha aprendido.

Las investigaciones demuestran que “los estudiantes aprenden dos veces más rápido cuando reciben retroalimentación constructiva (comentarios específicos de errores, sugerencias sobre cómo mejorar y al menos un comentario positivo) en comparación con sus compañeros que simplemente recibieron una puntuación en su tarea de matemáticas”. Además, los mismos estudios revelaron que los estudiantes, “dan por concluido su aprendizaje después de recibir una calificación”, lo que deja en evidencia la importancia de dar retroalimentación a lo largo de todo el proceso de aprendizaje en lugar de solo en el momento de la calificación. Un estudiante que recibe retroalimentación en una tarea o examen confía en que el profesor reconoce su potencial, ve áreas de mejora, y puede ofrecerle el apoyo que necesita para crecer. Un profesor que da retroalimentación está en una posición crítica para estimular a un estudiante y transformar el error en un momento de aprendizaje.

Y cuando los profesores están en posición de recibir comentarios de sus estudiantes (acerca de su estilo pedagógico, el plan de estudios, etc.), comprenden la vulnerabilidad que se siente al recibir críticas. El cierre de año puede ser una oportunidad perfecta para que los profesores busquen la opinión de sus estudiantes, ya sea de forma anónima o no, con la finalidad de mejorar sus clases, estilo de retroalimentación y enfoque general de la enseñanza en el siguiente periodo.

Sé consistente, pero también flexible

Este consejo puede sonar contradictorio, pero es importante encontrar un equilibrio entre la estabilidad y la flexibilidad. Anne-Laure Le Cunff de Ness Labs acuñó el término, “consistencia flexible” en su blog y la describe como una forma de pensar: “En lugar de tener un enfoque de “todo o nada” en la vida, en el que cada fracaso o acontecimiento inesperado puede hacer descarrilar una rutina, la consistencia flexible ofrece un conjunto de principios para recuperarse y seguir avanzando”. Algunos adoptan el enfoque 80/20: planificar hasta el 80%, porque es inevitable, habrá un 20% de retos, desafíos, interferencias y proyectos inesperados.

Esta mentalidad puede ayudar a crear consciencia entre los estudiantes y los profesores porque ofrece algo fiable, pero indulgente. Cuando los instructores pueden establecer límites y plazos, pero permanecen abiertos a la conversación acerca de las necesidades individuales, todos se benefician al manejar juntos las situaciones inesperadas.

Herramientas como Gradescope pueden ayudar en momentos como este, ya que permiten a los instructores calificar rápidamente y sin problemas mucho exámenes, ofreciendo retroalimentación consistente y una calificación justa frente al impredecible 20% de contratiempos de la vida.

Cuando los estudiantes saben que están recibiendo una retroalimentación consistente, justa y personalizada en sus tareas y exámenes, a su vez pueden sentirse cómodos siendo vulnerables y aprendiendo de sus errores y así se esforzarán por rendir al máximo. Y cuando los profesores saben que sus estudiantes están haciendo preguntas para aclarar sus dudas, buscan apoyo en los recursos recomendados y ponen su esfuerzo en presentar trabajos originales, pueden enseñar contenidos más sólidos.

Si hacemos preguntas, ofrecemos retroalimentación y establecemos una consistencia flexible, entonces realmente podemos fortalecer la integridad académica y la relación con los estudiantes.